viernes, 2 de enero de 2009

UNA MIRADA A LA HISTORIA

Carta de Albert Einstein y otras personalidades judías al New York Times el 2 de diciembre de 1948
"Los dirigentes israelíes son fascistas"

The New York Times

Traducido del francés para Rebelión por Caty R.



Entre los fenómenos políticos más inquietantes de nuestra época tenemos, en el Estado de nueva creación de Israel, la aparición del «Partido de la Libertad» (Tnuat Haheteur) (1), un partido político con un enorme parecido en cuanto a su organización, métodos, filosofía política y planteamientos sociales, a los partidos nazi y fascista.

Dicho partido ha sido formado por los miembros y partidarios del antiguo Irgun Zyai Leumi, una organización nacionalista de extrema derecha en Palestina.

La actual visita del jefe de esta agrupación, Menajem Begin (2), a Estados Unidos, obviamente se ha calculado para dar la impresión de un apoyo estadounidense a su partido para las próximas elecciones israelíes y para cimentar vínculos políticos con los elementos sionistas conservadores de Estados Unidos.

Muchos estadounidenses de reputación nacional han prestado sus nombres para acoger esta visita.

Es inconcebible que quienes se oponen al fascismo en el mundo entero, si están correctamente informados sobre el pasado y las perspectivas políticas de Begin, puedan añadir sus nombres y su apoyo al movimiento que representa.

Antes de que las contribuciones económicas y las manifestaciones públicas de apoyo a Begin causen daños irreparables y antes de dar en Palestina la impresión de que una gran parte de Estados Unidos apoya a los elementos fascistas de Israel, el público estadounidense tiene que estar informado del pasado y los objetivos de Begin y su movimiento.

Las declaraciones públicas del partido de Begin (3) no muestran su auténtico carácter. Actualmente hablan de libertad, democracia y antiimperialismo, mientras que hasta ayer predicaban abiertamente la doctrina del Estado fascista.

Pero sus actuaciones traicionan sus palabras y muestran el auténtico carácter de este partido terrorista. De sus acciones pasadas podemos deducir lo que puede hacer en el futuro.

El ataque a una aldea árabe

Un ejemplo escandaloso ha sido su actuación en la aldea árabe de Deir Yassin. Este pueblo, lejos de las carreteras principales y rodeado de tierras judías, no tomó parte en la guerra e incluso combatió a las bandas árabes que querían utilizar el pueblo como base.

El 9 de abril, según el New York Times, las bandas terroristas atacaron ese pueblo tranquilo, que no era un objetivo militar en la guerra, y mataron a la mayoría de sus habitantes, 240 hombres, mujeres y niños, y mantuvieron a algunos con vida para hacerlos desfilar como prisioneros por las calles de Jerusalén.

La mayoría de la comunidad judía se quedó horrorizada por este acto y la Agencia judía envió un telegrama de disculpa al rey Abdalá de Transjordania (4). Pero los terroristas, lejos de avergonzarse de sus actos, estaban orgullosos de esta masacre, la proclamaron ampliamente e invitaron a todos los corresponsales extranjeros presentes en el país para que fueran a ver los montones de cadáveres y los daños perpetrados en Deir Yassin.

El ataque a Deir Yassin ilustra el carácter y las acciones del Partido de la Libertad, que entre la comunidad judía predica una mezcla de ultranacionalismo, misticismo religioso y superioridad racial.

Lo mismo que otros partidos fascistas, ha colaborado para romper las huelgas y ellos mismos han alentado la destrucción de los sindicatos libres. En su congreso propusieron los sindicatos corporativos sobre el modelo fascista italiano.

Durante los últimos años de violencias antibritánicas esporádicas, el IZL y el grupo Stern han implantado el reino del terror entre la comunidad judía de Palestina.

Han apaleado a profesores que hablaban mal de ellos y han abatido a padres de alumnos para impedir que sus hijos se reunieran con los maestros.

Con métodos propios de los gángster: palizas, ventanas rotas y robos generalizados, los terroristas intimidan a la población y exigen un alto precio.

Los hombres del Partido de la Libertad no participan en los trabajos constructivos en Palestina. No han tomado ninguna tierra, no construyeron colonias y sólo han disminuido la actividad de la defensa judía.

Sus esfuerzos en la inmigración, muy divulgados, son minuciosos y se dedican principalmente a reclutar compatriotas fascistas.

Contradicciones

Las contradicciones entre las bonitas afirmaciones que ahora hacen Begin y su partido y los informes de sus pasadas actuaciones en Palestina dan la impresión de un partido político poco corriente.

Lleva la marca indudable de un partido fascista para el que el terrorismo (contra los judíos, los árabes y los británicos) y las falsas declaraciones son los movimientos, y cuyo objetivo es un «Estado líder».

A la vista de las observaciones precedentes, es imprescindible que en este país se conozca la verdad sobre Begin y su movimiento.

Todavía es más trágico que la alta dirección del sionismo estadounidense haya rechazado hacer una campaña contra las pretensiones de Begin e incluso se haya negado a explicar a sus propios elementos los peligros que conlleva para Israel el apoyo a Begin.

Por lo tanto, los firmantes utilizamos este medio para presentar públicamente algunos hechos sorprendentes con respecto a Begin y su partido y para recomendar a todos a quienes concierne que no apoyen esta última manifestación del fascismo.

Isidore Abramowitz,

Hannah Arendt

Abraham Brick

Rabbi Jessurun Cardozo

Albert Einstein

Herman Eisen, M.D.

Hayim Fineman

M. Gallen, M.D.

H.H. Harris

Zelig S. Harris

Sidney Hook

Fred Karush

Bruria Kaufman

Irma L. Lindheim

Nachman Majsel

Seymour Melman

Myer D.

Mendelson, M.D

Harry M. Orlinsky

Samuel Pitlick

Ffritz Rrohrlich

Louis P. Rocker

Ruth Sager

Itzhak Sankowsky

I.J. Shoenberg

Samuel Shuman

M. Znger

Irma Wolpe

Stefan Wolpe.

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