sábado, 16 de agosto de 2014

Política de guerra del gobierno Santos en La Guajira



El gobierno de Juan Manuel Santos acudió a un arma letal como el terrorismo para mantener a raya al valeroso pueblo de La Guajira. Recurrió a todo el poder represivo del Estado para ahogar las reclamaciones justas de este pueblo que se levantó indignado el pasado 11 de agosto y que se mantiene en estado de alerta y fortalecido por la lucha social. Podemos decir que la principal victoria de esta jornada es la alta moral que se percibe en los habitantes de este Departamento, y más sectores sociales se vinculan entusiastas al Comité  de Paro Departamental.
Ejemplarizante  el comportamiento de la gran nación Wayuu, valiente los campesinos de Ebanal y los habitantes de los pueblos de Cuestecita  y Maicao. Los estudiantes y docentes de la Universidad de La Guajira resistieron con arrojo la embestida del Esmad. Destacamos la presencia en esta lucha del pueblo Wiwa y el respaldo incondicional del magisterio guajiro que logró paralizar en su totalidad las actividades académicas. Además, la presencia activa de la clase obrera del Cerrejón. El comercio paralizó totalmente sus actividades. Los mototaxistas  también respaldaron este paro departamental. El mensaje es claro para el gobierno de Juan Manuel Santos: no es con el Esmad, el Ejército y la Policía como se arregla la dramática situación social de la Guajira y menos aún con normas punititivas que penalizan la protesta popular (Código Penal –Articulo353A). Es inadmisible que el gobierno de Juan Manuel Santos  en el paro por la dignidad del pueblo guajiro haya autorizado la violenta represión que se desató contra la gran nación Wayuu. El Esmad, escuadrón anti-disturbios persiguió a los niños Wayuu y maltrató a las autoridades de este pueblo, en un acto similar al que practica el ejército de Israel contra los niños palestinos. Fue perturbador, observar la arrogancia y prepotencia del Esmad, la Policía y el Ejército contra un pueblo inerme que por cultura valora la palabra. El poderoso Esmad quemó las bicicletas de los jóvenes wayuu en represalia a la protesta digna, la cual es un derecho constitucional. En el pequeño corregimiento de Ebanal (zona rural de Riohacha) las bombas lacrimógenas estallaban en los patios de las casas, 70 niños fueron afectados, se desmayaban y lloraban angustiosamente. El día 12 de agosto, el ESMAD, continuaba su ataque.
Los guajiros sobrevivimos como podemos
















Es urgente comunicarle a la opinión pública nacional e internacional  como el gobierno Santos opta por la militarización y  aplica una   política de guerra en una región que como La Guajira   clama por soluciones de fondo a su tragedia de olvido estatal. La lucha contra el contrabando, tal cual está planteada, es una política de guerra y lo peor es que el estado colombiano la va a perder. Los guajiros hemos sobrevivido como hemos podido, nunca hemos conocido a la madre que parió al gobierno. Existe una clara intención  de generar una matriz de información conducente a satanizar al pueblo guajiro, de tal manera que cualquier medida represiva se justifique y se aplauda. El discurso de la corrupción para sustentar despojos como el de las regalías, es un comportamiento infame, máxime cuando sabemos que este flagelo es inherente al sistema Político colombiano. El Estado como tal, cuenta con  toda la estructura jurídica, para llevar a juicio y condenar a todos aquellos que despilfarraron las migajas de las regalías ¿Por qué los entes de control enmudecen frente a un hecho tan evidente? Los servicios de inteligencia del Estado colombiano  cuentan con toda la logística, la tecnología de punta y los recursos económicos para precisar con exactitud  los responsables del contrabando, tanto de comestibles como el de gasolina, pero no les conviene desentrañar este particular mundo que deja más ganancias que el narcotráfico.

El Presidente Juan Manuel Santos cataloga de ignorante al pueblo guajiro cuando estando en Riohacha (Febrero) expresaba que: “La virgen nos acaba de premiar, porque realmente este descubrimiento de agua a través  de los pozos profundos es un verdadero milagro”. La misma solución de hace más de medio siglo, eso significa que estamos condenados  a vivir en condiciones indignas. Se diluye la posibilidad de contar con el acueducto regional, el mismísimo que  el Presidente de la Republica cantaleteaba que le asignarían recursos por el orden de los $146.000 millones que beneficiarían a 339.777 habitantes de 8 municipios, de los cuales la Gobernación de La Guajira aportaría $101.000 millones y el gobierno nacional $45.000 millones (lunes 24 de sept- 2012 Diario del Norte). Esto ocasiona que el pueblo tenga que soportar situaciones como las que vive Riohacha donde la empresa ASSA instala masivamente medidores de agua en una ciudad que no cuenta con un servicio de agua permanente, con la anuencia de la Administración Municipal que encabeza el Alcalde Rafael Ceballos ¿Dónde está la Contraloría, la Procuraduría, la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo?
La Guajira necesita inversión social, sin embargo  el gobierno  le escamotea recursos  con los tramposos Ocads, que como expresara un funcionario de la administración departamental  han resultado ser un mecanismo perverso. Los estudios de los proyectos duran hasta 8 meses y después es que se asignan los recursos. Gobiernos cicateros, que niegan recursos a una región que aporta un sacrificio enorme en la explotación minera, cuando  más de 700 trabajadores del Cerrejón sufren enfermedades irreversibles como consecuencia de esta actividad.
La canciller María Ángela Holguín, señalaba que: “en los próximos días se reactivaría el suministro de alimentos para la población Wayuu”. 200 toneladas de alimentos  desde  La República Bolivariana de Venezuela para beneficiar a una población de 200 mil personas de la Alta Guajira. Es necesario resaltar que Venezuela explota apenas el 7% de las 38 millones de Hectáreas sensibles al desarrollo agrícola (FAO). Colombia a su vez, con un potencial agrícola de 28 millones de hectáreas  y con una tradición agro-exportadora ha visto reducirse su potencial agrícola para favorecer el cultivo de la palma africana, estadísticas demuestran que se ha disminuido cultivos tales como: cereales, hortalizas, leguminosas, sorgo, cebada, maíz, trigo, etc. La Guajira, vio sucumbir su vocación agrícola ante el apetito voraz de la gran minería
La Guajira necesita inversión social urgente

Presidente Juan Manuel Santos, La Guajira necesita inversión social y no la puesta en marcha de una política de guerra. Se necesita que nuestros jóvenes egresados de la Universidad de la Guajira ejerzan su profesión y no terminen como moto-taxistas, taxistas, vendedores de chance o desocupados. Es empleo lo que tienen que proporcionar los gobiernos que como el de Juan Manuel   Santos  pretende asignar recursos   para el sector defensa estimados en $28.2 billones  y $48.9 billones al pago del servicio de la deuda para un monto de $77.1 billones, cuando el presupuesto  estimado de la Nación 2014-2015 se estima en 216,2 billones ¿Dónde está la prioridad social? No puede el gobierno de  Juan Manuel Santos, invertir millones de pesos en represión estatal en una región como La Guajira donde se da por descontado que las metas del milenio no se cumplirán, este gobierno Neo-liberal, sigue por la senda del infortunio que nos lleva con pasos seguros al peor de los mundos. Los mismos sectores políticos  que lo apoyaron en el pasado proceso electoral se quejan de  la cantidad de” puñaladas traperas” que están recibiendo ¿Cómo será con el pueblo? Se le exige al gobierno nacional que con la misma premura con que se reunió con la Alianza Verde para establecer una mesa de concertación con 5 puntos muy concretos, el pueblo de la Guajira y sus organizaciones sociales, también exigimos ese mismo trato porque estamos prestos al dialogo y además somos propositivos, tenemos responsabilidad política y lo mejor de todo una dignidad que nos permite tener las fuerzas necesarias para coadyuvar a que la Guajira salga de la postración social resultado de un abandono estatal cronico.
 Después de la fuerte represión a la protesta legítima el comité cívico se organiza para iniciar los diálogos con el gobierno que se establecerán con funcionarios del primer nivel en la búsqueda de la solución a problemas álgidos que afectan a La Guajira y que contaran con el respaldo del pueblo y la movilización social.









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