viernes, 4 de septiembre de 2009

Dos frentes de derecha se disputan el gobierno

Entrevista a Eduardo Artés, Primer Secretario del
Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria)
Publicado el: 11 de agosto de 2009 (Ecuador)Chile se prepara para asistir, en diciembre, a elecciones generales, en la palestra política existen dos sectores, ramas de un mismo árbol, que están en carrera a la presidencia. Para conocer más, entrevistamos a Eduardo Artés, Primer Secretario del Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria).¿Cuáles son los sectores que se disputan actualmente el poder en Chile?Las fuerzas de la derecha alineados con el imperialismo y las clases dominantes chilenas, están en una franca disputa por el poder. Existe el sector de los fascistas nostálgicos que estuvieron con Pinochet, que hoy dirigen la Cámara de Diputados, el Senado, el Poder Judicial, la Contraloría, el Banco Central, y por otro lado, aquellos que, disfrazados de socialistas, dirigen Chile en unidad con la derecha. A los grandes monopolios les interesa más un gobierno de concertación que un gobierno de la ultraderecha, porque los gobiernos de concertación permiten de alguna manera el enfrentamiento popular, la lucha popular por mejoras, en tanto con un gobierno abiertamente de ultraderecha, seguramente habría una gran convulsión, por cuanto la sobreexplotación sería mayor.En Chile, de tanto buscar el mal menor, se ha convertido en el mal mayor. La concertación después de 20 años significa un país más privatizado que nunca, más desigual y al servicio del imperialismo norteamericano.¿Cuáles son los cambios que se impulsan actualmente en Chile?Estamos haciendo un amplio trabajo para levantar un movimiento por la Nueva Constituyente, por la Nueva Constitución. La actual está hecha a la medida del neoliberalismo, por tal razón, la derecha se plantea la necesidad de reformas constitucionales, darle un carácter más paternalista al actual Estado, necesitan una organización distinta.Los chilenos necesitamos una carta constitucional centrada en los trabajadores, en el pueblo y sus necesidades concretas y políticas. En Chile, constitucionalmente, se reconoce una sola nacionalidad, la chilena. En los hechos existe la nacionalidad mapuche, aymara, rapanui, y la criolla o los chilenos que somos la mayoría. Necesitamos una Constitución democrática, popular que abra espacios a un nuevo momento de mayor soberanía, de mayor libertad, de mayor participación de los trabajadores y el pueblo. El nuevo cuerpo legal debe contener aspectos relativos a la propiedad, a la intervención del Estado, para eliminar a un Estado subsidiario, paternalista.¿Qué significa la Constituyente para Chile y sus pueblos?Significa un profundo cambio, debe arrojar una Nueva Constitución con el protagonismo popular. Como revolucionarios, tenemos claro que no lo vamos a lograr solamente con declaraciones, es necesario preparar y organizarnos a partir de los diferentes frentes de masas en forma amplia, involucrando a otros sectores de izquierda, revolucionarios, a las masas en general como eje principal. Debemos tomarnos las calles, para obligar la instalación de una Asamblea Constituyente, y que no sea este mismo parlamento bastardo hecho a la medida de la dictadura quien se transforme en Constituyente. Que realice algunas reformas cosméticas a las que actualmente existen, que se adecue esto al nuevo momento que necesita el capitalismo en Chile.¿Cómo el Partido Comunista Chileno, Acción Proletaria, está enfrentado este desafío?Lo hemos enfrentado desde siempre, de manera permanente. Ahora frente a las elecciones que se realizarán en diciembre, podemos diferenciar claramente dos posiciones, la de la concertación que está con el gobierno y la de la Alianza por Chile que no es otra cosa que una variante que pretende presentarse como alternativa. Los dos bloques son neoliberales, ambos bloques son de derecha. Los dos sectores tienen el mismo discurso, plantean el mismo programa. Sin embargo desde ya, plantean que en una eventual segunda vuelta todos ellos votarían por el candidato más votado que sería Eduardo Frei, de la Democracia Cristiana. Están haciendo un trabajo de reingeniería política, hecha por la misma concertación para impedir que el descontento de sus filas, de las gentes que ha estado bajo su dirección se radicalice y tome posiciones más democráticas, más populares, de izquierda.Como partido, levantamos durante algún tiempo una precandidatura presidencial que fue exitosa, que nos permitió participar en una cantidad enorme de foros, de entrevistas, llegamos básicamente a los sectores populares, estuvimos en el seno de muchas organizaciones sociales a las cuales no habíamos podido llegar antes. Esto nos abrió un camino grande, pero la misma Constitución se encargó de cerrarnos el paso, legalmente no pudimos inscribir nuestra candidatura. Hoy continuamos con las mismas banderas, renacionalización del cobre, la riqueza básica, la Asamblea Constituyente, la Nueva Constitución y el voto nulo.¿Qué significa el voto nulo?Estamos hablando de un voto nulo con contenido, estamos llamando y organizando comités de trabajo, que en la papeleta se coloque Asamblea Constituyente, Nueva Constitución. Tiene que realizarse como una manera de hacer una campaña electoral, vamos a la calle, realizamos mítines, vamos a la Plaza de Armas, a los sindicatos. No basta con hacer un llamado para votar nulo, sino convertirlo en un fenómeno de masas con propuestas políticas concretas para enfrentar la crisis en lo inmediato.

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