domingo, 31 de mayo de 2009

Sicariato impone su ley

Las conchas de las balas 9mm que quedaron alrededor del cuerpo del dirigente sindical de Toyota, Argenis Vásquez, en el estacionamiento de la urbanización Chaimas, en Cumaná permitieron a las autoridades policiales identificar al presunto autor material de la muerte por encargo que ocurrió el 5 de mayo en la capital sucrense.

Fuentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) informaron a Últimas Noticias que, tras recolectar las conchas, los pesquisas las compararon con otras del mismo calibre vinculadas a crímenes ocurridos en la zona. Así se determinó que la misma arma, una Beretta, había sido usada en cinco homicidios en el estado Sucre.

Con esas pruebas se inició la búsqueda de Enrique Ruiz Rodríguez, alias Enriquito, quien se entregó en la Fiscalía Superior de Sucre, acompañado por un pastor evangélico.

ÚN conoció que el victimario habría confesado a los policías que él fue subcontratado para ejecutar al líder sindical.

Aún no se ha establecido el móvil ni la autoría intelectual.

La misma fuente, quien ha participado en la investigación de varios sicariatos, comentó que entre el autor intelectual y el material puede haber hasta cuatro intermediarios, para ocultar la relación.

Ese principio, presuntamente, no se cumplió en el crimen de la estudiante Andreína Gómez Guevara, cuya autoría intelectual se la atribuye la Fiscalía a Milagros De Armas, quien aparentemente utilizó a su guardaespaldas para contratar por BsF 10 mil a los dos asesinos que, el 30 de mayo de 2007, mataron a la joven.

Ambos casos tienen las características de los crímenes por encargo o como comúnmente se conoce: sicariato.

En silencio. Llegó pisando despacio, como caminando de puntas, y poco a poco comenzó a hacer metástasis como un tumor maligno en el submundo de la muerte, sobre todo en los estados fronterizos Táchira y Zulia a tal punto que se convirtió en algo casi habitual. Día a día creció el número de muertos, algunos de ellos aparecían maniatados, otros con disparos en la cabeza y atacados en los más diversos lugares. En poco más de 20 años, se ha convertido en un fenómeno imparable: la muerte por encargo.

Si bien las primeras muertes comenzaron por encargo principalmente del narcotráfico para deshacerse de los adversarios, quitar plazas o vengar negocios no concretados, ahora ha devenido en una situación de la que no está exenta hasta la venganza por una "montada de cachos", como ocurrió en el caso del asesinato de la estudiante de la Universidad de Oriente, Margaret del Valle González, quien fue asesinada por un sicario, contratado presuntamente por la periodista Maurilix Bastardo.

Algunas veces los nombres de las víctimas resuenan: el periodista Orel Sambrano, el empresario Pierre Gerges; el dirigente estudiantil zuliano Julio Soto; recientemente el líder sindical Argenis Vásquez, pero la mayoría de las veces los muertos no sobresalen en las saturadas páginas de sucesos.

Orel Sambrano, reconocido periodista carabobeño fue asesinado de dos balazos el 16 de enero de 2009, en Valencia y hasta la fecha sólo han detenido al ex policía Rafael Segundo Pérez quien sería uno de los dos asesinos pero que tendría conexiones con una red de funcionarios de la Policía de Carabobo, la mayoría de ellos activos, que se han convertido en una especie de cartel en la región central del país.

Julio Soto, dirigente estudiantil de la Universidad del Zulia, recibió 11 balazos el 1 de octubre de 2008, en la ciudad de Maracaibo. Por el hecho están siendo juzgados los hermanos Evelio y Yeison Méndez Artigas. El juicio contra de estas personas comenzó el pasado lunes 25 de mayo.

Muerte campesina. Desde 2001, cuando entró en aplicación la Ley de Tierras, hasta finales de abril de 2009, según el diputado Braulio Álvarez, han sido asesinados 216 campesinos en 14 estados.

"Nosotros denunciamos desde hace años que contra los campesinos revolucionarios del país, los terratenientes oligarcas han emprendido la más feroz cacería, ordenando la muerte de luchadores sociales a quienes, sicarios y paramilitares contratados en Colombia, principalmente, han asesinado como venganza de una clase que se resiste a respetar las Leyes y los avances de la revolución", expresó Álvarez.

Recordó que el último líder campesino en caer fue Juan Bautista Durán, a quien un sicario ultimó en Portuguesa. "Lo mataron de un tiro en la frente dentro de un autobús el 3 de diciembre de 2008 cuando recorría la ruta Guanarito-Morrones. Cinco meses después han sido capturados siete de las ocho personas involucradas, dos de ellos, Aquilino Pontón y Santiago Hernández dueños de tierras.

Sindicalistas. En el caso de los sindicalistas asesinados en los últimos cuatro años, según la Asamblea Nacional (AN), todavía no ha podido establecer un número total.

Pero los dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), sostienen que hay más de 100 muertos a manos de asesinos a sueldo.

Pablo Castro, dirigente sindical de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) está convencido que el principal responsable de toda esta ola de crímenes en el área sindical, es el Gobierno.

"Nunca antes se había visto este tipo de crímenes sindicales como desde hace unos cinco años cuando el Gobierno en su afán por formar sindicatos paralelos en la construcción, creó unos monstruos de mil cabezas colocando como dirigentes de sindicatos bolivarianos a conocidos delincuentes que después se les escaparon de las manos y comenzaron a actuar por cuenta propia matándose entre ellos", precisó.

Pero Eduardo Sánchez, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), afiliado a la UNT sostiene que ante la impunidad en contra de los autores materiales e intelectuales de estos crímenes, "pudiéramos estar en presencia de un proceso de colombianización de la política del sicariato en Venezuela".

Hace una división entre los sindicalistas de empresas privadas que fueron asesinados en medio de conflictos laborales y los otros del sector de la construcción.

"En el caso del sector de la construcción, los responsables son las contratistas que por ahorrarse unos millones se casan con unos sindicatos e instigan para que los trabajadores no tengan acceso a las reivindicaciones y muchas de esas muertes son instigadas por ellos", denunció Sánchez.

Reclamó que cuando asesinan a un empresario, rápidamente la policía da con los autores materiales y hasta intelectuales del homicidio. "No ocurre lo mismo cuando es asesinado un sindicalista".

Todos iguales. El comisario Wilmer Flores Trosel , director del Cicpc, explicó que todos los casos son iguales.

"No hacemos distinciones de ningún tipo, todos los casos los investigamos con igual empeño. Sobre todo en el estado Bolívar, donde se cometen un mayor número de estos delitos, tenemos un equipo especial investigando, pero por la complejidad de los casos todavía no podemos ofrecer resultados concretos", explicó.

Flores Trosel sólo mencionó un caso, el del asesinato de Argenis Vásquez, en Cumaná.

"Tenemos detenido a un sospechoso y seguimos trabajando. Esperamos tener mejores resultados pronto", sostuvo.

Pero Richard Guevara, Secretario general del Sindicato de Toyota, cree que las investigaciones no marchan con la prisa con la que deberían y que la policía debe llegar a los autores intelectuales y no contentarse sólo con un sospechoso.

Importación. El sicariato nació en Colombia, dónde el narcotráfico desde los años 70 lo utilizó para saldar sus cuentas.

Pese a que Medellín entró de lleno a la modernidad, todavía no ha podido deslastrarse de un fenómeno social por el que todavía es reconocida: cuna del narcotráfico y del sicariato.

Este departamento rico en producción de oro, café, plata yacimientos de petróleo y productos agrícolas, contrasta con el nivel de muchos jóvenes pobres que encuentran en la muerte por encargo, a su medio de supervivencia.

El escritor colombiano Fernando Vallejo, dice asombrarse porque en Sabaneta, una localidad periférica, los muchachos de la barriada, los sicarios, vayan todos los martes a la iglesia a rogar, a pedir e implorar a la Virgen María Auxiliadora, para que los bendiga en medio de este mundo.

Denominada la "Virgen de los Sicarios", María Auxiliadora debe, según la creencia, perdonar a sus hijos y proveerlos de destreza y fortaleza para que no fallen en sus "trabajos".

Es común observar a jóvenes con escapularios en el cuello, en los antebrazos y los tobillos, para que los protejan.

Para-sicarios.

Posteriormente, con el surgimiento del paramilitarismo, el fenómeno del sicariato se acentuó hasta convertirse en una verdadera amenaza no sólo para Colombia sino para sus vecinos, principalmente Venezuela.

Los estados limítrofes, en específico Zulia, Táchira y Mérida, fueron los primeros en conocer de manera descarnada esta nueva modalidad, luego de que comenzaron a aparecer muertos en sus calles.

En diciembre de 1988 fueron muertos dentro de una camioneta dos empresarios Javier Mondragón, colombiano residenciado en San Cristóbal, y José Montoya, venezolano.

Un solo hombre les disparó cuando el auto en el que se desplazaban paró en un semáforo.

Nunca se supo los motivos ni se capturó al autor. Para los tachirenses esos crímenes marcaron el inicio de la pesadilla que viven hoy en día.

Pedro Díaz, presidente de la asociación civil Una luz por la Vida, asentada en Táchira, explicó que el fenómeno de la muerte por encargo ha cobrado dimensiones alarmantes.

"Esto es indetenible y todo por la inacción del Gobierno.

Sólo en Táchira, Zulia, Sucre y Anzoátegui, estados que hemos estudiado con detenimiento, se produjeron 1.200 muertes por encargo en 2008 y en el presente año ya hemos contabilizado 300".

Díaz está convencido que estos asesinos a sueldo cuentan con el apoyo de algunos malos funcionarios policiales y militares venezolanos. Dijo conocer el nombre de uno de ellos, pero se negó a proporcionarlo.

Hoy, en Venezuela, el crimen por encargo no se preocupa por pasar desapercibido, por el contrario, todo indica que ha llegado para quedarse imponiendo su ley ruidosamente.


ESTAMOS RESOLVIENDO LOS ÚLTIMOS CASOS

El director general del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, comisario Wilmer Flores Trosel, aseguró que el organismo que dirige ha resuelto los últimos casos de sicariatos que se han cometido en contra de dirigentes campesinos y el del militante del Partido Socialista Unido de Venezuela Psuv, y capturado a la mayoría de autores materiales e identificado a los intelectuales.

"En los cinco meses que estoy a cargo de la institución, hemos presentado resultados gracias a la eficiencia de nuestro personal y al empeño que le hemos puesto por que esos casos no queden sin justicia", explicó.

Recordó que los últimos casos de sicariatos fueron contra dirigentes campesinos, cuyo único delito fue el de luchar por la recuperación de tierras baldías de personas que las obtuvieron con actos fraudulentos tomando muchísimos más metros de los que en realidad les correspondía. "Hemos conocido casos por los que han pagado BsF. 5.000 y 20.000 tanto en Portuguesa, Barinas y Yaracuy por asesinar a los dirigentes del campo. Gracias a Dios esos casos están resueltos", añadió.

Recordó que la Ley Contra la Delincuencia Organizada prevé condenas de entre 25 a 30 años por asesinar a personas por encargo, pero eso no ha frenado a los delincuentes.

También sostuvo que existe una marcada resistencia de los terratenientes porque no quieren entender el proceso que estamos viviendo y han recurrido a la destrucción de vidas. Propone como medida alternativa para frenar este tipo de delito, una buena labor de prevención por parte de las olicías regionales y estadales.


El asunto no es fácil
La sociedad violenta es el germen

Magaly Huggins, psicóloga social y criminóloga, sostiene que "sobre el origen del sicariato como fenómeno social hay dos elementos fundamentales. El primero es lo que en el campo criminológico llamamos la violencia simbólica, es decir, debe generarse un ambiente y un discurso donde la violencia es una forma válida de relación y resolución de conflictos".

Además precisó que Como las violencias van todas a una, como Fuenteovejuna, cuando una forma de expresión de la violencia se desata, las demás tienden a nutrirse entre ellas. "Cuando tienes un discurso de violencia hacia los demás, donde tu adversario es tu enemigo al que debes aniquilar, se está creando un clima social donde la violencia empieza".


El asunto no es fácil
Es muy difícil la reinserción de un sicario

El sacerdote salesiano, Alejandro Moreno, director del Centro de Investigaciones Populares cree que "siempre hay que pensar que es posible reinsertar a un delincuente en la sociedad, al menos de manera teórica. Pero en la práctica veo muy difícil la reinserción de un sicario".

Cree que en el caso venezolano lo que hace que prospere es la impunidad y quizás la pérdida del valor de la vida.

Señala este delito se puede cometer y quedar impune. No hay quien pueda descubrir al sicario, perseguirlo y llevarlo a la justicia.

"El problema del sicariato siempre ha estado presente, pero las sociedades han controlado este tipo de delitos. Hubo mecanismos e instituciones que han podido mantener este problema bajo control".


El asunto no es fácil
Urge restaurar el Estado de Derecho

Para el criminólogo Roberto Briceño, el sicariato viene de la ausencia de justicia, la impunidad y de mecanismos legales para resolver conflictos.

Para que ocurra el sicariato es necesario que exista quien quiera contratar a un sicario y alguien que esté dispuesto a serlo. Generalmente hay un intermediario entre ambos.

El contacto es generalmente a través de personas que pueden ser delincuentes comunes, policías, presos, detenidos en las cárceles y hasta abogados.

El sicariato es un oficio. Hay un entrenamiento que se debe tener la persona.

Hay sicariato porque ha aumentado la delincuencia, la conflictividad, y para ejercer ese oficio hay que estar familiarizado con la muerte.

Para la solución hay que restaurar el Estado de Derecho.


LAS CIFRAS

BsF. 50 llega a valer una vida
Cuando recién empiezan, los sicarios pueden aceptar hasta BsF. 50,00 con tal de ganar muy pronto su "cartel".

Hasta BsF.

1.000.000
Es lo que cobran por hacer un encargo especial y de alto riesgo, cuando la víctima es política o de imagen pública.

OIT Conocerá 154 casos
Dirigentes de la CTV llevarán a la Organización Internacional del Trabajo este número de casos de sindicalistas asesinados

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