miércoles, 28 de agosto de 2013

Colombia. 10 de Septiembre: Bienvenido, el paro nacional… Otro combate por la dignidad.


El presidente de la Fecode Luis Grubert, expreso a la opinión Pública Nacional, que:  “el 10 de septiembre es la fecha acordada como inicio del Paro… y la terminación de este dependerá de la decisión política del gobierno en la solución de los problemas del magisterio” Además, manifestó también, que son tres las razones por las cuales se realizara el cese de actividades:  la problemática de la salud, que afecta a los docentes y su familia, el incumplimiento en el pago de las deudas y la exigencia para que se cumplan los acuerdos pactados el 21 de mayo de 2013. 
Esta lucha que prepara  la FECODE, se desarrolla bajo un gobierno que le apuesta todo al Modelo Neoliberal y  tiene un marco de sublevaciones sociales que recorren todo el país, además de una serie de luchas magisteriales  en algunos países del continente americano (E.U, Panamá, México,).

Colombia. 10 de Septiembre: Bienvenido, el paro nacional… Otro combate por la dignidad.Los trabajadores colombianos y diferentes sectores sociales, levantan banderas de reivindicación social y de lucha digna contra la pauperización de las condiciones de vida del pueblo, golpeado severamente por un modelo económico, que también ha afectado grandemente la soberanía del país y la dignidad de la nación. Han sido 23 años de resistencia social en contra del modelo Neoliberal y nos preparamos con la movilización social para enfrentar la tragedia de los Tratados de Libre Comercio que comienzan a ocasionar estragos en la economía nacional  y en la vida de todos los colombianos.
El pasado 19 de agosto, se inicio en Colombia el paro nacional agrario con un respaldo popular importante. Se comienzan a sentir las consignas rechazando el impacto negativo de los TLCs, firmado por el gobierno de Juan Manuel Santos con países como: EU, Unión Europea, Canadá, Corea y todos los países de América del Sur. El criterio básico de estos tratados, se fundamentan en un supuesto bienestar de la población a través de mejores empleos y un mayor crecimiento económico basado en el aumento del comercio y la inversión nacional e internacional. El paro agrario desmiente esta falacia. Cafeteros, arroceros, paneleros, paperos, cacaotero, ganaderos, camioneros, y mineros a los unísonos han gritado que los TLCs ocasionan la ruina del campo colombiano. La actitud amenazante, del gobierno de  acallar estas voces que se cuentan por miles, al judicializar  a todo aquel que intente perturbar el orden público o generar acciones violenta, no han logrado intimidar al pueblo y más bien ha quedado claro de que parte está la fuerza pública en una sociedad dividida en clases sociales.
Los hechos, les dan la razón a los campesinos y agricultores colombianos, el periódico especializado en temas económicos, Portafolio ha titulado en uno de sus artículos: Crece venta de comida de Estados Unidos a Colombia. Los casos  más notorios corresponden a  suministro de arroz, carne de cerdo y aceites vegetales y no es casualidad que productos como la papa congelada se muestran entre los mejores records de las ventas de alimentos realizadas por Estados unidos a Colombia a lo largo del primer semestre del año, acotaba el mencionado artículo. Los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, dejan perplejo a cualquier ciudadano colombiano, cuando dice: “las exportaciones de origen agropecuario con destino al mercado colombiano contabilizaron un total de 680 millones de dólares", significando un crecimiento del 81%, con relación a igual periodo del año pasado, dice el mencionado artículo. Hace tres años, el embajador de Washington en Bogotá, Michael Mckinley  expresaba su preocupación porque los E.U, perdía más de US$1000 millones, solo en el sector agrícola, por no tener el TLC con Colombia. Existen motivaciones de sobra, para el paro agrario, es un problema de la soberanía alimentaria del país. Nada más y nada menos.
En el departamento de La Guajira, la crisis social, económica y política es de grandes proporciones  aun desconocidas para una gran parte de la sociedad colombiana. En su territorio opera la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo, que pretende producir alrededor de 34 millones de toneladas en el año 2013 y sus reservas de carbón están por el orden de los 4000Mt, según estimaciones oficiales. Los ingresos totales que ha percibido el departamento por concepto de regalías entre los años 2002-2010 estuvieron en el orden de los 2.355.073 millones de pesos. Es posible, que el maestro Adolfo Meisel Roca, tenga razón cuando dice: “El atraso económico de La Guajira antes del gas y el carbón era tan grande que el rápido desarrollo de un solo sector no es suficiente para dinamizar toda la economía y así producir un buen nivel de bienestar para sus habitantes”, pero una cosa si es cierta  la clase dirigente del departamento de La Guajira dilapidó estos recursos. Municipios pequeño, como  Albania (20.815 habit.) en la celebración de los Ocads Municipal, fue informado que tiene 31mil millones de pesos disponibles para invertir en obras.  Este municipio fue uno de los más favorecidos por concepto de regalías, recibió el 9% de las que ingresaron al departamento entre el 2002 y 2010 y aun no ha solucionado sus problemas de cobertura en educación, salud  y saneamiento básico.
 La Guajira históricamente ha tenido un abandono estatal crónico, hemos sobrevivido  en más de una ocasión en base a la ilegalidad, pero, también con base al trabajo honrado. Hoy el gobierno central enfila baterías contra la problemática del contrabando de la  gasolina que nos deja más sinsabores que satisfacciones. Son otros los verdaderos beneficiarios, pero la estigmatización la carga nuestro pueblo. El gobierno de la “Prosperidad” Democrática nos multiplico de pobreza cuando en el año 2011, pulverizo de un solo tajo, la única fuente importante de recursos económicos que entraban al departamento-las regalías-bajo el absurdo discurso de la priorización de gastos en la población más pobre de Colombia, hoy las alcaldías y la gobernación parecen mendigos, piden aquí y allá, sobre todo a las transnacionales y empresas privadas para que donen “cositas”. Estas son razones, que nos llevan a diferentes sectores a  unificarnos en La Guajira alrededor de la elaboración de un pliego de peticiones que será presentado al gobierno nacional y es un paso al paro cívico departamental si  hace caso omiso de estas peticiones.
En el municipio de Riohacha, la educación pública es un caos, sobre todo por la política  de contratación que impulsa la actual administración de Rafael Ceballos y la crisis de la zona rural donde se observa una precariedad en las salas de informática, biblioteca, comedores estudiantiles, salones de clase, desaseo por la falta de  implementos de aseo y personal de servicio general, la carencia de material didáctico, equipos y  la falta de mantenimiento a los pocos que existen en los centros e instituciones educativas. Esta problemática fue planteada por Asodegua a la administración municipal en  oficio del 26 de julio-2013, aún  esperamos  respuesta.
Todos estos elementos, hay que referenciarlos porque el paro de la Fecode, el próximo 10 de septiembre, es la continuación  de la  lucha de los sectores   en conflicto. Este paro es  la lucha de los docentes que se niega a que la privatización de la educación pública sea una realidad en un país donde los conflictos sociales se multiplican a diario y donde la miseria y la pobreza campean por campos y ciudades. Es el paro para seguir denunciando y rechazando la política de certificación de los municipios en materia educativa. La Costa Caribe, tiene un total de 15 municipios certificados. Es el escenario para denunciar  cómo los maestros  son víctimas del estrés laboral ante la cantidad de problemas existentes en las Instituciones educativas (problemas de índole social, hacinamientos, acoso laboral, desconocimiento de su labor docente por parte de la sociedad, una normatividad jurídica que lo coloca en desventaja frente al patrón etc.). Este paro es la tribuna para continuar denunciando ante la opinión pública que en Colombia se sigue asesinando de manera impune a los docentes. La consigna por el derecho a la vida, sigue vigente.
Expresaba, el senador Jorge Guevara, que la vigencia de los contratos de los 25 colegios concesionados en Bogota, terminan en el año 2014, sea esta la oportunidad para exigir, que estos colegios nuevamente sean administrados por el Distrito. La política de concesionar los colegios públicos debe ser cuestionada y rechazada con la movilización social.
Entonces, bienvenidos al paro nacional.

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