El próximo 11 de agosto el pueblo de La Guajira se levanta
indignado en un Paro Cívico Departamental .La Guajira, acaba de celebrar sus 49
años de vida administrativa en una crisis
de grandes proporciones resultado
de un abandono estatal crónico y una clase política indolente e insaciable con
los menguados recursos que llegan a esta rica región. No fue un accidente electoral que en la segunda vuelta presidencial, Santos
Y Zuluaga, alcanzaran la irrisoria suma de 170.000 votos de 515,571 posibles.
Este ha sido uno de los grandes descalabros electorales en La Guajira: la derrota de la mermelada y la derrota del
miedo. Era inevitable, sobre los guajiros ha caído todo el tiempo tempestades
de mentiras, promesas incumplidas, ilusiones eternas. Han pasado gobierno de
todos los pelambres que jamás nos han
dejado una estela de esperanza…pero mantenemos indemne nuestra dignidad.
Mentiras tras
mentiras caen sobre el pueblo guajiro
A estas tierras llego en varias oportunidades el presidente
Uribe sobre todo los 2 de Febrero día de la “vieja mello” y en otras el vicepresidente Francisco Santos. Este último,
posando de una gran generosidad estatal
prometió lo humano y lo divino en su condición de responsable del programa de
Apoyo al Desarrollo Social de Fronteras y cayó sobre la alta Guajira una
refrescante cascada de proyectos ingeniosos: Una servicio de agua que serviría para “hidratar” a seres humanos y
animales, implementación de la energía solar y plantas térmicas, instalación de energía
eólica, implementación del programa de
atención extramural, construcción de micro acueductos, plantas potabilizadora ecológica,
vías de comunicación y proyectos de energía eléctrica. El estado colombiano aportaría generosos recursos económicos. Estos
proyectos estarían beneficiando a 25000 indígenas de la alta Guajira…una
mentira tras otra mentira.
La clase política del departamento de la Guajira
desparramaba un optimismo con la llegada
de Juan Manuel Santos al palacio de Nariño (2010). Jimmy Sierra anotaba, en su
calidad de representante a la cámara
que: “Tengo la convicción de que Juan Manuel Santos le cumplirá a La
Guajira, obras como la vía perimetral, los distritos de riego de San Juan y del
Ranchería y la conversión de Maicao en una Zona Franca Industrial y Comercial”.
El senador Ballesteros dejaba entrever que con el gobierno Santos se le
dibujaba a La Guajira un caudaloso rio de oportunidades para su desarrollo. Estaban
embriagados por la generosidad de los resultados electorales.
En el Acuerdo de la
prosperidad (Noviembre del 2011) Santos descargo cabañuelas de promesas sobre La
Guajira: Interconexión eléctrica para el Cabo de la Vela, viviendas
“industrializadas” para los afectados por la ola invernal, culminación de la
vía San Juan del Cesar-Badillo, culminación de la ruta Mayapo-el Pájaro-Manaure
.El presidente de la Republica comentaba: “Espero no tener que recurrir a los
Palabreros guajiros”… y el presidente tenía la razón, ahora tiene que enfrentar
la discusión de un pliego de Petición regional que está amparado por un paro Cívico Departamental.
Inoperancia estatal
agudiza la dramática situación en La Guajira
Con Santos fracasó el
cacareado diálogo Region-Nacion( Junio-2013)
que se perfilaba como la estrategia de entendimiento entre La Guajira y la Nación a través de una hoja de ruta con temas específicos, así lo
categorizaba el Alcalde Rafael Ceballos. Era copiosa la agenda, abarcaba de todo un poquito:
desembolso de recursos de regalías, salinas de Manaure, sistemas de acueductos
regionales, distrito de riego, vías de integración, interconexión de redes
eléctricas, régimen especial aduanero, legislación especial fronteriza,
proyectos turísticos y otros. De la agenda temática no queda sino el recuerdo
de lo que pudo haber sido y no fue, los diálogos Región -Nación será un haz
debajo de la manga por parte del gobierno para sortear dificultades.
El pliego de peticiones plantea como una de sus prioridades
la creación de un fondo de desarrollo y compensación para que el estado colombiano pague la deuda social a los
guajiros y las multinacionales (Carbones del Cerrejón y la Asociación
Ecopetrol-Chevron Texaco) compensen el irremediable daño ambiental que han
ocasionado en La Guajira.
Los habitantes de los barrios de Riohacha y los municipios
del departamento exigen agua potable, permanente
y libre de materias fecales. Además que Electricaribe sea intervenida por la
superintendencia de Servicios Públicos ante sus continuos abusos en la
prestación del servicio de luz, que la cobertura de Gas sea del 100% y que se
establezca el mínimo vital para los estratos 1, 2,3 en lo concerniente a
estos servicios. El sector agropecuario
plantea la necesidad que se implemente
medidas efectivas para este sector que se encuentra en una grave crisis que se
ha profundizado con el fenómeno del cambio climático.
El cuadro más dramático sin lugar a dudas tiene que ver con
la hambruna que afecta al pueblo de la gran nación wayuu. La inoperancia del
estado es desconcertante, por La Guajira
han pasado todos los altos funcionarios del Gobierno Nacional que tienen que ver con esta tragedia: Juan M.
Santos (presidente de Colombia), Gustavo Angarita (superintendencia nacional de
salud), Marcos Zuluaga (Director General del ICBF),Ilva Hoyos Castañeda(Procura
Nal para la Infancia)Aurelio Iragori Valencia(ministerio
del interior)Alejandro Gaviria Uribe(Ministerio de Salud y protección
social)Luis de la Hoz (director regional de veedurías)Samuel Azout (director Nal
de la agencia para la superación de la pobreza extrema en Colombia-ANSPE-) Es
importante mencionar en este caso el fracaso estruendoso de dos programas
bastante publicitados La Guajira Sin Jamushiri y PAN. El gobierno debe aceptar
su responsabilidad e iniciar una política estatal que conlleve erradicar el flagelo del hambre en los
pueblos indígenas Wayuu, Wiwa, Kogui, Arhuaco, y Kankuamo.
El movimiento estudiantil de La Guajira le exige al gobierno
Santos que intervenga prontamente en la problemática de la falta de los
desayunos y almuerzos escolares en las instituciones educativas de Riohacha, la
zona rural y los Centros Etno-Educativo, donde se afecta una población
estudiantil superior a los 14 mil estudiantes. Las obras inconclusas en algunas
instituciones educativas de la zona rural también es motivo de preocupación .Un
último elemento, tiene que ver con la necesidad de adoptar estrategias para
mitigar el impacto de las altas temperatura en las aulas de clase producto del
cambio climático
El pueblo guajiro está cercado de necesidades por todas
partes. No se le exige al gobierno mayor cosa, simplemente: La posibilidad real
de vivir como seres humanos, es decir vivir con dignidad.
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