domingo, 15 de diciembre de 2013

Destitución de Petro: Una retaliación política


La destitución del alcalde mayor de Bogotá, tendrá en  Colombia múltiples  lecturas. Una de ellas, es que la burguesía colombiana es la más recalcitrante y despiadada de toda Latinoamérica  y no es capaz  de olvidar el pasado de ningún colombiano que lo haya adversado  en la lucha política y menos aun, en la lucha armada. A Petro se le castigan su pasado y por supuesto el hecho de haberse  atrevido a valorar lo público por encima de lo privado en al caso del tema de las basuras en Bogotá. La clase política y los grandes monopolios de los medios de comunicación fueron implacables y se ensañaron con  una administración a la cual no le permitieron el derecho legítimo a la defensa de manera pública. Ha renunciado, la clase dominante de este  país a la demagogia de hacerle creer al mundo que en Colombia la tolerancia es un factor de convivencia política. Había que sacar a Petro, con el argumento del tema de la basura o con otro. Gustavo Petro, formo parte  de los senadores (81) que el 11 de diciembre del 2008 eligió como procurador de la nación a Alejandro Ordoñez Maldonado. Analistas políticos expresaban en ese momento que el voto de Gustavo Petro por Ordoñez significaba garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos.
El proyecto, encaminado a desprestigiar y satanizar a la izquierda y sectores democráticos en Colombia avanza. No se trata solamente del aniquilamiento físico, también el dejar el mensaje en la sociedad de que no hay de donde escoger. Tan malos son los unos como malos son los otros y más vale malo conocido que bueno por conocer. Gustavo Petro, ha sido destituido e inhabilitados por 15 años. Pero, también  la senadora Piedad Córdoba, fue sancionada e inhabilitada por el termino de 18 años, bajo el concepto de que había promocionado y colaborado con la guerrilla. El dirigente agrario y sindical, Huber Ballesteros del Comité Ejecutivo Nacional de la CUT y La Junta Patriótica de Marcha Patriótica, fue detenido este año en Bogotá, acusado de rebelión y financiación a grupos terroristas. El dirigente del Partido Comunista y ex concejal de Bogotá Jaime   Caycedo Turriago, fue investigado disciplinariamente por la Procuraduría General de la Nación por la llamada Farc-política, investigación que fue archivada. El docente de la universidad nacional Miguel Beltran fue destituido e inhabilitado por 13 años para ocupar cargos públicos, el procurador Ordoñez califico este caso como gravísimo a titulo de dolo. Años más tarde se comprobó la inocencia de este profesor. Otros, dirigentes como Gloria Inés Ramírez, Wilson Borja han  sido víctima de la intentona del procurador por condenarlos y someterlos al escarnio público. Es esta la función que tiene hoy  la Procuraduría General de la Nación.
Lo que observamos en Colombia, es la revancha de una clase política que no se repone del escándalo de la Parapolítica y fue Petro desde el congreso de la república  quien lidero  debates cruciales  sobre estos hechos que escandalizaron  a la opinión pública en Colombia. No quedo un solo partido político excluido de este vergonzoso  episodio y sus más connotados dirigentes fueron puestos a buen recaudo. (Partido cambio radical, partido conservador colombiano, partido liberal colombiano, partido Colombia democrático, partido convergencia ciudadana, movimiento Colombia viva, alas equipo Colombia, apertura liberal).
La destitución de Gustavo Petro como alcalde mayor de Bogotá, será rechazada de manera unánime por el pueblo colombiano. Se convierte en un imperativo denunciar como los entes de control (Procuraduría General de la Nación) se convierten en un látigo para castigar a la oposición política. Es necesaria su depuración, para que no se siga erosionando lo poco que va quedando de la diezmada democracia colombiana.


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