La destitución del alcalde mayor
de Bogotá, tendrá en Colombia
múltiples lecturas. Una de ellas, es que
la burguesía colombiana es la más recalcitrante y despiadada de toda Latinoamérica y no es capaz
de olvidar el pasado de ningún colombiano que lo haya adversado en la lucha política y menos aun, en la lucha
armada. A Petro se le castigan su pasado y por supuesto el hecho de haberse atrevido a valorar lo público por encima de
lo privado en al caso del tema de las basuras en Bogotá. La clase política y
los grandes monopolios de los medios de comunicación fueron implacables y se ensañaron
con una administración a la cual no le permitieron
el derecho legítimo a la defensa de manera pública. Ha renunciado, la clase
dominante de este país a la demagogia de
hacerle creer al mundo que en Colombia la tolerancia es un factor de
convivencia política. Había que sacar a Petro, con el argumento del tema de la
basura o con otro. Gustavo Petro, formo parte
de los senadores (81) que el 11 de diciembre del 2008 eligió como
procurador de la nación a Alejandro Ordoñez Maldonado. Analistas políticos
expresaban en ese momento que el voto de Gustavo Petro por Ordoñez significaba
garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos.
El proyecto, encaminado a
desprestigiar y satanizar a la izquierda y sectores democráticos en Colombia
avanza. No se trata solamente del aniquilamiento físico, también el dejar el
mensaje en la sociedad de que no hay de donde escoger. Tan malos son los unos
como malos son los otros y más vale malo conocido que bueno por conocer.
Gustavo Petro, ha sido destituido e inhabilitados por 15 años. Pero,
también la senadora Piedad Córdoba, fue
sancionada e inhabilitada por el termino de 18 años, bajo el concepto de que
había promocionado y colaborado con la guerrilla. El dirigente agrario y
sindical, Huber Ballesteros del Comité Ejecutivo Nacional de la CUT y La Junta
Patriótica de Marcha Patriótica, fue detenido este año en Bogotá, acusado de
rebelión y financiación a grupos terroristas. El dirigente del Partido
Comunista y ex concejal de Bogotá Jaime
Caycedo Turriago, fue investigado disciplinariamente por la Procuraduría
General de la Nación por la llamada Farc-política, investigación que fue archivada.
El docente de la universidad nacional Miguel Beltran fue destituido e
inhabilitado por 13 años para ocupar cargos públicos, el procurador Ordoñez
califico este caso como gravísimo a titulo de dolo. Años más tarde se comprobó
la inocencia de este profesor. Otros, dirigentes como Gloria Inés Ramírez,
Wilson Borja han sido víctima de la
intentona del procurador por condenarlos y someterlos al escarnio público. Es
esta la función que tiene hoy la
Procuraduría General de la Nación.
Lo que observamos en Colombia, es
la revancha de una clase política que no se repone del escándalo de la
Parapolítica y fue Petro desde el congreso de la república quien lidero debates cruciales sobre estos hechos que escandalizaron a la opinión pública en Colombia. No quedo un
solo partido político excluido de este vergonzoso episodio y sus más connotados dirigentes
fueron puestos a buen recaudo. (Partido cambio radical, partido conservador
colombiano, partido liberal colombiano, partido Colombia democrático, partido
convergencia ciudadana, movimiento Colombia viva, alas equipo Colombia,
apertura liberal).
La destitución de Gustavo Petro
como alcalde mayor de Bogotá, será rechazada de manera unánime por el pueblo
colombiano. Se convierte en un imperativo denunciar como los entes de control
(Procuraduría General de la Nación) se convierten en un látigo para castigar a
la oposición política. Es necesaria su depuración, para que no se siga
erosionando lo poco que va quedando de la diezmada democracia colombiana.
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