El asesinato del docente Robinson Piedrahita, el cual fue ultimado a balazos delante de los estudiantes, en la institución educativa Alfonso López en el municipio de Puerto Berrío-Antioquia, es un reflejo de la descomposición social reinante en Colombia. Por otro lado, el estado Colombiano sigue siendo permisivo, en lo que tiene que ver con los asesinatos de los docentes en Colombia.
Este crimen, perpetrado delante de los niños, perteneciente a la primaria es un indicador de la violencia generalizada que no mide consecuencias. El colegio es el escenario donde los niños y niñas desarrollan sus potencialidades académicas y afectivas. La fecode, ha expresado y lo ratifico en el pasado congreso de que los colegios deben ser territorios de paz. Estos hechos de violencia que van acompañados de otros tipos de violencia, nos obligan analizar qué tipo de sociedad se ha ido forjando en este país y además que tipo de formación académica se está brindando en el país.
Los hechos de la cotidianidad, parecen advertirnos que la educación en Colombia necesita un viraje urgente, es el retorno a la educación en valores. Una educación pensando más en forjar seres humanos para la convivencia y el respeto por la vida. Una educación estructurada desde el estado para forjar mano de obra barata para las grandes multinacionales no es rentable. Tampoco, es muy acertado adiestrar jóvenes para ganar pruebas de estado, ha sido una gran desgracia de tal magnitud que cuando las instituciones educativas salen muy bien en las pruebas que se realizan en el mes de agosto hasta ahí llego el año lectivo ¡misión cumplida¡
Mientras tanto, nos enfrentamos a hechos como el asesinato a golpes de la niña Melani Tatiana Realpi por parte de su padre al enterarse de que su hija había sacado malas notas en el colegio. O el caso, del niño Carlos A. Gonzales Zabala de 14 años asesinado en Bogotá por otros compañeros de estudios de 16 y 18 años respectivamente. En el 2012, un niño de 15 años asesina a su campanero de 16 años con una tijera, hecho acontecido en la ciudad de Cali en el instituto técnico-comercial-Villa del Sur. Recordamos aun, el suicidio de la niña Brigitte Lorena que cursaba sexto grado. Otra situación escabrosa que conmovió al país fue el relacionado con los seis estudiantes del tercer grado del colegio arboleda de facatativa, que fraguaban el asesinato de su profesora envenenándola. Estas situaciones que corren el riesgo de volverse algo normal, debe ser la preocupación del gobierno nacional, este problema a futuro se torna de difícil solución y además costoso. El BID, invirtió el año pasado 12 millones de dólares para hacerle frente a la violencia escolar.
El Ministerio de Educación Nacional, dejo crecer un monstruo que se llama Bullyng, el cual pretenden combatirlo con una “normita”. Aun, no escuchamos cuantos sicólogos se nombraran para atender casos especiales, que permitan evitar desgracias en las instituciones educativas. Los psi orientadores necesitan de acompañamientos y debe reforzarse el trabajo de los coordinadores, fortalecerse la escuela de padres como algo prioritario e incrementarse las horas de educación física, música, los programas de lectura, mejorarse el servicio de alimentación escolar y de transporte paralelo con el servicio médico. Es decir, lograr en el terreno que los niños y jóvenes sientan que se les trata como lo que son: el futuro del país.
Nuestros niños y jóvenes se levantan en un país hostil, Eduardo López, director de investigación y monitoreo ONU Hábitat, dijo que un estudio realizado durante 20 años (1990-2010) arrojo queColombia es el tercer país más desigual de Latinoamérica y medicina legal señala que en los primeros meses del año se registraron 2456 casos de abuso sexual contra menores de edad, la cifra de niños asesinados son alarmantes: 1.997(1800-asesinados)2008(520-asesinados)2009(1129-asesinados)2011(1.177-asesinados)2012(342-primeros cuatro meses)muchos de estos actos deplorables quedan en la impunidad.
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