sábado, 21 de marzo de 2009

'' EL VICE Y EL PRESI ''

El supuesto paquete "neoliberal" que pronosticó la derecha, resultó ser un plan bolivariano anti-crisis que mantiene la inversión social intacta


21 de marzo de 2009.- A estas horas de la noche, el Presidente Hugo Chávez, presentó ante el país en cadena nacional de radio y televisión, las medidas que tomará y aplicará el Gobierno para protegerse del impacto de la crisis económica internacional así como de la caída abrupta de los precios del petróleo que desde el segundo semestre del año pasado han estado por debajo de los 40 dólares por barril, aunque lentamente en aumento por los recortes de producción por parte de los países de la OPEP.
Chávez dejó claro que la inversión en lo social no se verá afectada y que todos los proyectos sociales vigentes se mantendrían en operatividad.
Entre las medidas tomadas se encuentran:
• Presupuesto Nacional se ajusta a 40 dólares el barril de petróleo.
• El gasto público se reducirá en un 6,7% aproximadamente por medio de la supervisión y estricticidad en los gastos de las instituciones públicas, ahorrándose unos 11 mil millones de Bs.F.
• Revisión de los sueldos y beneficios así como colocación de cotas máximas de remuneración para los altos funcionarios en los ministerios e instituciones del gobierno central y exhortó a los demás Poderes Públicos a hacer lo propio. Los puestos de l@s trabajador@s y contratad@s se mantendrán iguales de manera que no se vean afectados.
• Eliminación de gastos suntuarios (innecesarios) en adquisición de vehículos ejecutivos, remodelaciones, mobiliarios, nuevas sedes, publicidad innecesaria, comunicaciones, regalos corporativos, actualización de plataformas tecnológicas, misiones al exterior que no sean necesarias, y agasajos. Para lo que en las próximas horas firmará un decreto presidencial.
• Aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en sólo tres puntos porcentuales, pasando del 9% al 12%.
• Priorizar las inversiones petroleras y no petroleras.
• Fortalecer el sistema bancario público. Informó que sí se nacionalizará el Banco de Venezuela.
Dejó claro que “aún cuando el precio de la gasolina es el más barato del mundo no habrá aumento, aunque yo soy partidario de que hay que revisarlo, pero sí tenemos que acelerar el plan de gasificación de vehículos y nosotros tenemos que dar el ejemplo”, en referencia a los precios de la gasolina. De igual manera, contrario a lo que medios de comunicación privados y voceros opositores difundieron, anunció que no habrá aumento en los servicios públicos como agua, electricidad, teléfono o gas, y garantizó que no se realizará una devaluación de la moneda, ya que el interés del Gobierno Revolucionario es de fortalecer la moneda nacional.
Aprovechó para definir el aumento del salario mínimo en un 20%, el cual consistiría en un 10% en mayo y el otro 10% en septiembre.

domingo, 1 de marzo de 2009

Cepal: posición de Venezuela ante la crisis financiera internacional es privilegiada


01 de marzo 2009. - Para el director de Desarrollo Económico de la Cepal, Osvaldo Kacef, la posición de Venezuela para enfrentar la crisis financiera internacional es privilegiada, debido a sus ahorros y al petróleo. Considera que la reciente debacle global equivale a la economía lo que para la Guerra Fría representó la caída del muro de Berlín. “América Latina debe participar del diseño de la nueva arquitectura financiera mundial”, dijo Kacef.

En entrevista con PANORAMA, el director de desarrollo económico de la Cepal dijo que Estados Unidos y Europa serán, de ahora en adelante, más activos en la regulación de la actividad económica y de las políticas públicas.

Los altos precios del petróleo, que se mantuvieron hasta que estalló la crisis económica mundial (septiembre 2008), junto con su capacidad de ahorro desarrollada, han colocado a Venezuela, en cierto modo, en una posición privilegiada para hacerle frente a la tormenta económica-financiera global.

—No todos los países, lamentablemente, tienen la posibilidad que tiene Caracas (...). La posición de Venezuela, en cierto modo, es privilegiada”, dijo a PANORAMA, desde Chile, el director de la división de desarrollo económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Osvaldo Kacef.

Kacef señaló que Venezuela es uno de los países que, en América Latina, ha podido reducir la desigualdad en la distribución del ingreso.

Sobre el G8, el grupo de países más industrializados del mundo, afirmó que es una institución del pasado. Resaltó la importancia que países emergentes del G20 como Brasil, México y Argentina deben tener en el rediseño de arquitectura financiera global.

En cuanto al plan de estímulo económico de Barack Obama, indicó que el plan de gastos es positivo, pero le criticó algunas concesiones hechas en materia impositiva.

—La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, ha dicho que no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época. En medio de esta crisis económica mundial, a qué se referirá exactamente Bárcena.

—La magnitud de los cambios que atravesamos es tal que se abre una nueva época en la forma en que se hará la política económica, la manera en que se organizarán los mercados y se harán los negocios. La organización de la actividad económica será muy diferente de aquí en adelante.

—El Gobierno de Barack Obama defiende la intervención del Estado para poder manejar la crisis. ¿Cree usted que de ahora en adelante veremos a un Washington más controlador?

—Creo que en Estados Unidos, así como en el resto del mundo, veremos un Estado mucho más activo, como mínimo, en lo que tiene que ver con la regulación de la actividad económica. También veremos un Estado más activo en materia de políticas públicas. El premio nobel de economía, Joseph Stiglitz, ha dicho que esto que sucede en la economía de mercado es equivalente a lo que fue la caída del muro de Berlín para la guerra fría. La manera en que se organizará ahora la actividad económica tendrá más participación del Estado, en comparación con lo que ha sido hasta ahora.

—¿Qué evaluación hace del plan de estímulo económico presentado por Obama y aprobado por el Congreso norteamericano la semana pasada?

—Es un primer gran paso, es algo parcial. Tal vez hubo algunas concesiones políticas para conseguir la aprobación del plan con medidas de reducción de impuestos que quizás no sean las más indicadas en estos momentos. El énfasis del gasto me parece correcto. Todavía no hay mucha claridad en relación con qué sucederá con los sistemas financieros. Esto es muy importante porque si el sistema no vuelve a prestar dinero el impacto será mayor. Mucho se potenciaría el alcance de las medidas si el sistema financiero vuelve a prestar normalmente, pero esto en el paquete de rescate o estímulo presentado todavía no está del todo claro. Esta es la principal debilidad, además de algunas concesiones que se hicieron en materia de reducción de impuestos.

—Mucho se ha dicho del rediseño de la arquitectura mundial financiera. En este sentido, ¿qué cree usted que debe incluir esa reingeniería y qué papel puede jugar Latinoamérica en este proceso?

—Los países en desarrollo, en especial los latinoamericanos, tendrán y deben tener más peso en la discusión de lo que debe ser la nueva arquitectura financiera internacional. Una parte cada vez más importante del crecimiento mundial se explica por la actividad de los países en desarrollo. Las grandes discusiones económicas se han llevado a cabo en ámbitos restringidos como el G8. Éstas son estructuras del pasado y ahora estamos en presencia de discusiones en el ámbito de lo que se llama el G20, que tiene mucha más participación de los países en desarrollo e incluyen a tres de nuestra región: Argentina, Brasil y México. Nuestros problemas importan en la medida en que nuestra actividad es más importante que hace 30 o 40 años atrás. Las estructuras económicas no tomaban nota de estos cambios (...). La posibilidad de que el mundo vuelva a crecer depende mucho de que las soluciones sean coordinadas.(...). El nuevo modelo también debe apuntar hacia un rol mucho más activo, y de menos condicionamientos, en el corto plazo, de los organismo financieros para proveer financiamiento. A más largo plazo, debe irse hacia un diseño del financiamiento que sea menos procíclico y más contracíclico.

—¿Cómo ubica a Venezuela, en el contexto latinoamericano, para enfrentar la crisis económica, tomando en cuenta que Caracas ha creado fondos de ahorro que traspasan recursos excedentarios de la reserva hacia el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden)?

—No todos los países, lamentablemente, tienen la posibilidad que tiene Caracas. Esto ha sido relativamente más fácil para aquellos países que se han beneficiado de los buenos precios internacionales del petróleo o de los metales, como son los casos de Venezuela, Chile y Perú. Para otros pequeños, importadores de petróleo, como los centroamericanos, no ha sido tan fácil. La posición de Venezuela, en cierto modo, es privilegiada.

—Según Caracas, en Venezuela se ha producido una disminución de la pobreza, en los últimos 10 años. ¿Qué evaluación hace usted de los resultados?

—No puedo hacer evaluaciones de las cifras que presenta el Gobierno venezolano. Sin embargo, Venezuela es uno de los países de la región que más ha disminuido la pobreza y más ha disminuido la desigualdad en la distribución del ingreso. Son cifras muy positivas.

—¿Cómo ha sido afectado el financiamiento de los proyectos de desarrollo para América Latina, desde que estalló la crisis económica?

—Todavía no se ha sentido el impacto. Al contrario, observamos un rol más activo de los organismos internacionales de financiamiento y una mayor voluntad de contrarrestar lo que el mercado no puede hacer. No veo un retroceso en este sentido.

La legión de pobres en EEUU que depende de cupones para comer

24 de febrero 2009. -Pero la mayor crisis económica de las últimas décadas hace que la cifra de necesitados aumente a grandes pasos. Nunca hubo tantos estadounidenses que dependan de este tipo de cupones. Y la tendencia va en aumento.

La lista de alimentos de Sean Callebs se asemeja a la de una dieta. "Una porción de cereales, una banana, una taza de té y faltan cuatro largas horas hasta el almuerzo", se lamenta.

En un experimento que ha tenido gran repercusión en la audiencia, el periodista de la emisora CNN se propuso probar en carne propia cómo se puede vivir de los cupones de comida. O no. Sus experiencias quedan plasmadas en un blog.

Ya hace un mes que intenta vivir gastando un máximo de seis dólares diarios. Casi ha logrado llegar al final, aunque en su página web, este periodista de Louisiana se queja de los permanentes ataques de hambre que lo sobresaltan. Son pocas las veces que pudo comprar verdura y fruta fresca, cuenta.

Aunque de manera transitoria, Callebs corre la misma suerte que uno de cada diez estadounidenses. En septiembre pasado, 31 millones de personas veían su alimentación supeditada a los bonos.

"Son las mayores cifras de todos los tiempos", afirma Ellen Vollinger, directora de FRAC, una organización que hace lobby en Washington en contra del hambre.

"Muchos estadounidenses ya no saben de dónde sacarán su próxima comida", subraya. El creciente desempleo hace que la demanda de cupones aumente constantemente, pero las necesidades no terminan ahí: cada vez son más los que, a pesar de tener un empleo, dependen de las "food stamps".

Mucha gente tiene más de un empleo, pero los ingresos no alcanzan. "Muchas familias se saltan comidas para poder pagar el alquiler", dice Vollinger. "Los padres dejan de comer para poder dar algo a sus hijos y a veces hasta los niños pasan hambre en Estados Unidos. Es una vergüenza".

Los cupones de comida empezaron a ser repartidos durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy el gobierno ya no reparte cupones impresos, sino en forma de tarjetas electrónicas a las que se les puede cargar cada mes un promedio de 100 dólares por persona.

Desde 2008, el Ministerio de Agricultura evita usar el término cupón de comida. Su título oficial es "Programa de ayuda para complementar la nutrición".

Pero el plan aún tiene un estigma. "Quienes lo necesitan muchas veces rehúsan pedir ayuda", comenta la trabajadora social Srindhi Vijaykumar, de la organización DC Hunger Solutions, que promociona los cupones en las calles de Washington. Sobre todo es difícil llegar a los jubilados, inmigrantes y familias obreras, señala.

Quien hace uso de los cupones se ve ante ciertas dificultades en el supermercado. Los necesitados cuentan con un promedio de tres dólares por día para hacer compras. Por esa razón se ven obligados muchas veces a hacer recortes en su alimentación.

"La gente sólo compra lo que es barato, se puede conservar bien y llena", comenta Vijaykumar. El crédito mensual suele consumirse en las primeras dos o tres semanas. "Muchas familias van entonces a los comedores", dice Vollinger.

No son pocos los que tienen puestas sus esperanzas en el nuevo gobierno de Barack Obama. El plan de estímulo económico de 787.000 millones de dólares promulgado hace una semana por el jefe de la Casa Blanca, permitirá aumentar el gasto en cupones de comida un 13%.

Sin embargo, Vollinger estima que el hambre en EE.UU. irá en aumento. "Esta seguramente no será una recesión breve".

La crisis golpea duro también a la clase media. Según datos del Departamento de Comercio, en diciembre volvió a caer el consumo por sexto mes consecutivo, y la tasa de ahorro aumentó hacia fines de 2008 al 2,9%.

Annie Moncada (63) confiesa que compraba cosas "innecesarias". Pero su tarjeta de crédito ahora queda guardada. "Ahora en la olla suele haber más a menudo carne picada en vez de bistecs y también ahorro energía en forma más consciente", dice. Como ella, miles de familias recortan sus gastos y restringen salidas a restaurantes o visitas a la peluquería. El fin de la crisis parece lejos.
Jo.educa.24@hotmail.com 3157244363 - José camargo